La desfachatez de la juventud, las raíces marginales y la búsqueda por generar algo nuevo es la fórmula perfecta para un artista auténtico. Ese es sin duda el camino trazado por Elian Ángel Valenzuela, el cantante más conocido por su sobrenombre: L-Gante. Con mínimos recursos, supo sacarle el jugo a su creatividad y nos regalo canciones que se convirtieron rápidamente en himnos. De la nada a la gloria, esa frase define el camino del músico. Un camino sembrado de dificultades, que supo utilizar a su favor. La pandemia, la viralidad, el boca a boca virtual: herramientas que ninguna campaña de marketing puede generar. Porque son las herramientas del artista autentico, el que llega porque tiene algo. Porque habla de su realidad. L-Gante es uno de los últimos fenómenos de la música popular, que amenaza a las instituciones musicales con crecer y crecer más. Seremos testigos de su obra y su carrera porque aún le queda mucho por recorrer.